Una diabólica historia de ficción en la Semana de Terror
M. O. - San Sebastián -
En la cuna del cine de animación, el japonés Shinji Aramaki (Fukuoka, 1960) se ha hecho un nombre por emplear técnicas de última generación para dar forma a sus personajes, unos seres a modo de clones humanos dotados con inteligencia artificial y modificados genéticamente que son capaces de conducir al mundo al caos y la desesperación. El director nipón presenta hoy (22.30) en el Teatro Principal donostiarra dentro de la Semana de Cine Fantástico y de Terror Applessed Sex Machine, una historia de ciencia ficción que prosigue y perfecciona la saga Applessed (2004).
Producida por el chino John Woo -en su filmografía destacan The killer o Misión Imposible II- el último largometraje de Aramaki supone una exhibición de tecnología aplicada a los diseños animados en tres dimensiones. Los actores son una mixtura del manga original e imágenes creadas por ordenador. Este novedoso sistema de creación, según el cineasta, ha dado como resultado unas perfectas criaturas cibernéticas de apariencia humana, a las que llama biorogs.
Aramaki lleva su trama al año 2135, en medio de una Tercera Guerra Mundial en la que ya ha muerto la mitad de la población mundial. La ciudad de Olympus permanece como único faro de esperanza en un mundo invadido por el terrorismo que sólo puede ser controlado por los biorogs, los únicos capaces de devolver la paz y el orden al planeta.
"Vean la película con magnanimidad", pidió el cineasta japonés durante la presentación de su cinta. Applessed Sex Machine cuenta únicamente con personajes femeninos para mantener la tradición del manga y porque "al ser un trabajo [de creación] muy duro, prefiero estar viendo continuamente mujeres en lugar de otro tipo de cosas".
El certamen cinematográfico también presentó el libro John Phillip Law. Diabolik Angel, escrito por Anita Haas y Carlos Aguilar, un ambicioso volumen en honor del carismático actor norteamericano fallecido hace cinco meses, conocido por tres clásicos del cine fantástico: Diabolik, Barbarella y El viaje fantástico de Simbad.
Fuente: http://www.elpais.com
M. O. - San Sebastián -
En la cuna del cine de animación, el japonés Shinji Aramaki (Fukuoka, 1960) se ha hecho un nombre por emplear técnicas de última generación para dar forma a sus personajes, unos seres a modo de clones humanos dotados con inteligencia artificial y modificados genéticamente que son capaces de conducir al mundo al caos y la desesperación. El director nipón presenta hoy (22.30) en el Teatro Principal donostiarra dentro de la Semana de Cine Fantástico y de Terror Applessed Sex Machine, una historia de ciencia ficción que prosigue y perfecciona la saga Applessed (2004).
Producida por el chino John Woo -en su filmografía destacan The killer o Misión Imposible II- el último largometraje de Aramaki supone una exhibición de tecnología aplicada a los diseños animados en tres dimensiones. Los actores son una mixtura del manga original e imágenes creadas por ordenador. Este novedoso sistema de creación, según el cineasta, ha dado como resultado unas perfectas criaturas cibernéticas de apariencia humana, a las que llama biorogs.
Aramaki lleva su trama al año 2135, en medio de una Tercera Guerra Mundial en la que ya ha muerto la mitad de la población mundial. La ciudad de Olympus permanece como único faro de esperanza en un mundo invadido por el terrorismo que sólo puede ser controlado por los biorogs, los únicos capaces de devolver la paz y el orden al planeta.
"Vean la película con magnanimidad", pidió el cineasta japonés durante la presentación de su cinta. Applessed Sex Machine cuenta únicamente con personajes femeninos para mantener la tradición del manga y porque "al ser un trabajo [de creación] muy duro, prefiero estar viendo continuamente mujeres en lugar de otro tipo de cosas".
El certamen cinematográfico también presentó el libro John Phillip Law. Diabolik Angel, escrito por Anita Haas y Carlos Aguilar, un ambicioso volumen en honor del carismático actor norteamericano fallecido hace cinco meses, conocido por tres clásicos del cine fantástico: Diabolik, Barbarella y El viaje fantástico de Simbad.
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