Ben Stiller: el nuevo genio en la comedia de Hollywood

La voz de un león El actor estadounidense hizo la voz en inglés de Álex, en las dos partes de la película animada ‘Madagascar’  Foto:AFP

Redacción Cultura

Aunque la faceta de actor es la que más se conoce de Ben Stiller, su carrera se ha visto llena de elogios por parte de la crítica y del público cuando se ha puesto detrás de la cámara.

Hijo de Jerry Stiller y Anne Meara, ambos comediantes legendarios, la creatividad de Ben Stiller siempre ha estado ligada a las películas de humor.

A los 10 años interpretaba a Wiliam Shakespeare con su hermana. Su interés por dirigir también se plasmó a esa edad. Con una cámara de Súper 8 filmaba cortos interpretados por él mismo, en los que él siempre resultaba una víctima que después se tomaba la revancha.

Precisamente este tema de la revancha inspiró su primera obra como director, ‘Reality bites’, y ha estado de alguna forma presente en sus otros tres
largometrajes para cine.

Su debut como director, en 1994, significó toda una agradable sorpresa. ‘Reality bites’ no fue solo una comedia inteligente, sino que se convirtió en un símbolo de la generación X. En la cinta, el propio Stiller trabajó junto a las estrellas Winona Ryder y Ethan Hawke para contar una historia sobre la pérdida y recuperación de esperanza de la juventud estadounidense.

Dos años más tarde, Stiller dirigió su segunda película titulada ‘The cable guy’. El director logró cambiar la imagen de superhéroe de dibujo animado que tenía Jim Carrey, quien había logrado un éxito importante con ‘La máscara’. Stiller lo transformó -para su filme- en un oscuro y necesitado técnico instalador de
televisión por cable.

En su siguiente película cómica titulada ‘Zoolander’ (2001), Stiller escribió y dirigió una historia que apuntaba al mundo de la moda. La cinta parodiaba al universo vacío de los modelos, mostrándolos como hombres mono que podían resolver los mayores conflictos a punta de peines y secadores de pelo.

El resultado fue todo un éxito y dejó el camino listo para que Stiller trasladara la misma idea que utilizó contra la industria de la moda para ahora disparar contra la industria de Hollywood.

En ‘Una película de guerra’, el director caricaturizó a las estrellas de cine. Esta vez realizó una mofa de la exagerada preparación de algunos actores (Robert Downey Jr. se hace un implante en su piel para hacerse negro) y de las caprichosas exigencias de algunas estrellas.

Un poco más allá, Stiller retrató a los productores de Hollywood como poderosos agentes sin alma, capaces de provocar la muerte de un actor venido a menos en favor del éxito de su estudio cinematográfico.

Así, en cuatro películas, Ben Stiller ha sabido consagrarse para algunos críticos como un verdadero genio de la comedia que sabe trasgredir y reflexionar a través de la ironía sobre los excesos de la industria.

Y aunque en su faceta de actor Stiller puede parecer un artista algo repetitivo, también ha podido convertirse en un referente cómico de excelente aceptación por parte del público.

Lo ha logrado, ya que Stiller tiene el récord de ser el actor con mayoría de nominaciones en los premios Razzie (opuestos a los Oscar). Lo consiguió en el 2004 por su interpretación en las cintas ‘Along came Polly’, ‘Anchorman: The legend of Ron Burgundy’, ‘Dodgeball’, ‘Envy’ y ‘Starsky & Hutch’. La única película por la cual no fue nominado para los premios de ese año fue en ‘Meet the Fockers’.

Fuente: http://www.elcomercio.com