A los 34 años, la actriz española más popular de Hollywood está cansada de ser más famosa gracias a sus notorios ex novios (entre los que se incluyen Tom Cruise y Matthew McConaughey) que por su trabajo. Por eso no extraña que quiera guardar bajo llave cualquier referencia al estado actual de sus sentimientos hacia los hombres. Prefiere desviarse hacia otros temas cuando se le pregunta sobre su compatriota Javier Bardem.
La situación es particularmente complicada porque Bardem comparte el cartel central con Cruz en la última película de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona , una comedia romántica -la primera que el famoso director rueda en España- en la que ambos personifican a Juan Antonio y María Elena, dos artistas que mantienen una tumultuosa relación, hasta que la llegada a la vida de ambos de una turista norteamericana con pretensiones artísticas (Scarlett Johansson) depara el surgimiento natural de un ménage à trois que calma las cosas.
"¿Estaría Cruz dispuesta a compartir a un hombre? "Cuando preparo un personaje -responde la actriz-, nunca me pregunto qué haría en su lugar. No creo que tenga que ser o que sentirme como él. Sólo necesito comprender sus razones."
¿Y qué tiene que decir acerca de la escena en la que besa a Johansson? "No tengo nada divertido para decir; sólo que ese día, en el set, había más gente que nunca", contesta.
Cruz confiesa haber crecido gracias a su trabajo junto a Allen. "Lo más interesante es comprobar cómo en muchas de las películas de Woody la comedia puede aparecer entre situaciones que provocan un auténtico dolor. Es la eterna ironía de la vida. Cuando leí el guión, me reí mucho, pero al preparar el personaje y al filmar, me olvidé completamente de todo lo que podía ser gracioso. Lo que hice con Woody fue un drama".
La actriz quedó todavía más sorprendida cuando vio la película terminada entre el público. "María Elena es un personaje que sufre muchísimo y no podía creer cuando oía tantas risas entre el público. Todos los personajes luchan y tratan de resolver problemas muy profundos, y todo eso resulta muy gracioso."
Nominada por Vicky Cristina Barcelona para el Oscar como mejor actriz de reparto, Cruz se siente mucho más segura y relajada después de casi una década trabajando en Hollywood, aunque en los últimos días expresó su intención de dejar Los Angeles y repartir su tiempo entre Nueva York y Madrid, donde vive su familia. "Cinco años atrás, seguramente no hubiese podido encarnar a un personaje como María Elena porque tenía mucho menos manejo del inglés. Woody nos invitaba muchas veces a improvisar y teníamos que ir atrás y adelante con el inglés y el español", puntualiza.
El personaje de Cruz en Vicky Cristina Barcelona es difícil de olvidar, pese a que aparece en pantalla durante menos de la mitad de la película: "Estoy fascinada con María Elena; es el personaje más fuerte y extremo que me tocó interpretar en inglés. Cada vez que sale a escena, desencadena el caos. Vive en un espacio oscuro y se tortura a sí misma. Su cabeza es su prisión. No lo hace a propósito, sino que es el único modo en que puede vincularse con otro ser humano. No quise retratarla como una loca, sino crear una realidad propia y encontrar en ella las justificaciones que ella emplea para comportarse así".
Cruz vive creando realidades alternativas desde que era niña y crecía junto a su familia en Madrid. "Siempre fui una chica de opiniones fuertes, y eso me trajo muchos problemas en la escuela porque decía muy claramente lo que no me gustaba. Soy taurina y, por lo tanto, tengo una mezcla de temperamento fuerte y tenacidad. Creo que el hecho de haber sido siempre bastante cabeza dura me ayudó mucho en mi carrera", reconoce.
Debutó en el cine a los 17 años en Jamón, jamón , de Bigas Luna, y ganó fama internacional gracias a sus trabajos junto a Pedro Almodóvar, con quien acaba de rodar su última película, Los abrazos rotos . "El texto que Pedro escribió es maravilloso. Allí hago tres personajes en uno. Mi personaje es actriz y en la película muestra al personaje que ella encarna, y además tengo dos vidas diferentes fuera de la actuación. Es fascinante".
Antes de la consagración junto al director manchego, Cruz encontró cierta autodisciplina al tomar clases de ballet, aprendizaje que seguramente aplicará en su próximo proyecto para Hollywood: la versión cinematográfica del exitoso musical Nine , inspirado, a su vez, en la película de Federico Fellini 8 y 1/2 . "Estudié danza durante 17 años -concluye-, y no veo la hora de bailar y cantar en una película. 8 y 1/2 es una de mis películas favoritas. La veo una o dos veces al año. Es la perfección desde el principio hasta el fin."
0 comentarios:
Publicar un comentario