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domingo, 2 de noviembre de 2008

'Desde cuando abrí los ojos, estaba en el cine', dice la iraní Hana Makhmalbaf




A los 20 años, ya es una directora reconocida gracias a su película 'Buda explotó por vergüenza', que acaba de entrar a cartelera. Toda su familia, sin excepción, hace cine.

A los 8 años, Hana Makhmalbaf (Teherán, 1988) decidió convertirse en cineasta. Dejó la escuela primaria y se hizo alumna de su padre, el reconocido director iraní Mohsen Makhmalbaf ('Kandahar'). No hubiera podido ser diferente: "Desde que abrí los ojos, estaba en el cine", dice Hana.

Su padre, dos veces nominado a la Palma de Oro en Cannes, es pilar del cine iraní y su hermana, Samira, ha ganado dos veces el Premio del Jurado en Cannes. Su mamá, Marziyeh, es directora y guionista. Y su hermano, Maysam, es director de fotografía y productor.

Hana comenzó como actriz a los 7 años, en 'El momento de la inocencia', una película de su padre. Mientras estudiaba cine en la naciente Makhmalbaf Film House, participó en los proyectos de su familia como fotógrafa, script y asistente de dirección. "No tuve que ir a la escuela ordinaria y llenar mi cabeza de toneladas de cursos que no sirven en la vida ni tampoco me hacen más humana o creativa", agrega.

A los 14, hizo su primer documental: 'Joy of Madness', que mostraba el detrás de cámara de la película de su hermana 'At Five in the Afternoon', con la que ganó una mención especial en el Festival de Venecia. Y a los 19 presentó su primer largometraje, 'Buda explotó por vergüenza', un relato conmovedor, poético y crudo sobre una niña afgana (la inolvidable Nikbakht Noruz) que quiere ir a la escuela a toda costa.

"La mayoría de las películas de mi familia son poesía expresada visualmente -relata Hana-. Mi padre me ha enseñado a no buscarla en los libros. Los poemas están en cualquier parte de la vida de la gente. En la escuela también tomamos clases de poesía. Ahí aprendimos a entender su espíritu".

Rodado con actores naturales, el filme hubiera podido acomodarse exactamente al molde de la también iraní 'Los niños del cielo', la cruzada de un niño muy pobre por conseguir unos zapatos nuevos para reemplazar los perdidos por su hermanita. Si bien en 'Buda explotó por vergüenza', Baktay quiere ir a la escuela y hace lo imposible para conseguir un lápiz y un cuaderno, su pureza es manchada por la sombra de la guerra y la indiferencia de los adultos.

Va a todas las escuelas que puede, pero todos son apáticos con su sueño; nadie la deja quedarse. Vulnerable y solitaria en el desierto afgano, Baktay se topa con niños que juegan a ser talibanes y la toman como rehén.

-¿Cómo encontró al personaje principal?
Visité muchas escuelas en Bamian y sus suburbios para encontrar a todos mis actores. Vi miles de niños y les hice audiciones a cientos. Para esta película sentí que la naturaleza de la historia requería gente ordinaria y local, que hubiera vivido y experimentado las situaciones que están en la película.

-¿Cómo preparó a los niños para las escenas duras, de violencia?
Para dirigirlos intenté tener una aproximación diferente a la usual. Traté de que la película pareciera un juego para ellos. Y el espectador puede verlo realmente en algunas partes del filme. Si la película tiene un significado, puede ser encontrado detrás de esos juegos infantiles.

Cine en el exilio
Hana quiso rodar su película en Irán, pero nunca obtuvo el permiso de las autoridades iraníes. Dos años antes de su rodaje, le envió el guión al Ministro de Cultura de su país. Este nunca se pronunció. Así que Hana se fue con su equipo a Afganistán.

-¿Es difícil para una mujer, especialmente para una tan joven, rodar en Irán?
El cine prácticamente nos exilió. Oficialmente, mi padre vive como un gitano para evitar la censura. Mi película fue hecha en Afganistán, editada en Tajikistan y el laboratorio fue realizado en Alemania. De todas formas, la intención de mi película es hablar sobre sufrimientos comunes de Irán y Afganistán. Ambas sociedades tienen problemas culturales y políticos similares.

-Su padre estuvo en la cárcel por no estar de acuerdo con el sistema iraní. ¿Cómo afronta usted las presiones?
Como una chica de 19 años, que vive en Irán bajo las condiciones actuales y que tiene que soportar presiones ideológicas, políticas y sociales, tengo mucho qué decir. Pero la mayoría de ellas las escribo en forma de historias cortas y para mí misma. Si escribir no reduce el dolor de quienes simpatizan conmigo, por lo menos reduce mis propias presiones sicológicas.

Hana ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián con Buda explotó por vergüenza, que actualmente se ve en la cartelera nacional. Y ya se vislumbra como otra de las grandes directoras iraníes de nuestro tiempo.

Fuente: http://bogota.vive.in/

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